El Parque Nacional de Iguazú, ubicado en Foz de Iguazú, Brasil, es uno de los destinos más visitados de América Latina y una de las maravillas naturales del mundo. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, este parque alberga a las icónicas Cataratas del Iguazú, un conjunto de más de 270 saltos de agua que atraen a turistas de todos los rincones.
El acceso al parque se organiza a través de un sistema de buses que llevan a los visitantes a distintos puntos de interés, con especial enfoque en la infraestructura de conservación ambiental. El recorrido permite a los turistas observar diversas especies de flora y fauna, entre las que destacan el coatí, el tucán y el jaguar, un habitante natural de la región que representa el esfuerzo de preservación del parque.
El recorrido incluye el mirador principal, desde donde se obtiene una vista panorámica de las cataratas, que se despliegan a lo largo de un trayecto de casi tres kilómetros. Uno de los puntos más visitados es el salto Unión, también conocido como la Garganta del Diablo, que marca la frontera natural entre Brasil y Argentina. La plataforma de observación permite una vista cercana de este salto, así como una experiencia directa con la fuerza del agua, que es especialmente intensa durante la temporada de lluvias.
Entre las actividades disponibles, se destaca el circuito de senderos que permite a los visitantes recorrer la selva y tener contacto directo con la biodiversidad local. Asimismo, el parque ofrece la opción de realizar paseos en barco para acercarse a algunos de los saltos de agua. Estos paseos, conocidos como Macuco Safari, se han convertido en una de las atracciones favoritas por la cercanía que ofrecen con las cascadas.
El Parque Nacional también cuenta con centros de interpretación y museos que brindan información sobre la geología, el clima y la biodiversidad de la región. Además, se han implementado programas de educación ambiental y de concienciación sobre la importancia de la conservación de la selva y sus ecosistemas.
El impacto turístico de las cataratas genera ingresos significativos para la economía de Foz de Iguazú, con una infraestructura que incluye hoteles, restaurantes y otros servicios orientados a recibir a los visitantes.
El Parque Nacional de Iguazú es un símbolo de la riqueza natural de Brasil y de la importancia de conservar espacios de biodiversidad. Cada año, millones de personas recorren este parque para admirar sus paisajes y conectar con la naturaleza en uno de los entornos más icónicos de Sudamérica.
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