Conoce los motivos por los que la Unesco reconoció a la cocina italiana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

La Unesco declaró a la cocina italiana Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, convirtiendo a Italia en el primer país del mundo en obtener este reconocimiento para su cocina nacional en su conjunto.

La decisión, oficializada el 10 de diciembre en Nueva Delhi, pone en valor a la gastronomía italiana como un elemento vivo de identidad, tradición y convivencia.

A diferencia de otros reconocimientos que se enfocan en platos o prácticas puntuales, la Unesco valoró la cocina italiana como un sistema cultural integral. Destacó la relación entre los alimentos, el territorio y las comunidades, así como la transmisión intergeneracional de saberes culinarios que se mantiene viva en hogares, mercados, escuelas de cocina y celebraciones tradicionales.

Uno de los factores clave de este reconocimiento es la diversidad regional de la gastronomía italiana. Cada región conserva recetas, técnicas e ingredientes propios, estrechamente vinculados a su historia, su geografía y su clima.

Desde los quesos alpinos del norte hasta los platos mediterráneos del sur, la cocina italiana refleja un mosaico cultural que se ha fortalecido con el tiempo. Para conocer más sobre este viaje gastronómico y cómo refleja la diversidad cultural del país, podés leer la nota completa aquí: Italia a través de sus sabores: un viaje gastronómico que refleja la diversidad cultural del país.

La Unesco también resaltó el valor social de la comida en Italia. Cocinar y compartir alimentos no es solo una actividad doméstica, sino un ritual colectivo que refuerza los lazos familiares y comunitarios.

Los almuerzos dominicales, las fiestas patronales, los mercados locales y las trattorias forman parte de una práctica social que convierte a la gastronomía en un elemento de cohesión e identidad.

Otro aspecto determinante fue el respeto por los productos locales y la estacionalidad. La cocina italiana se basa en materias primas vinculadas al territorio, muchas protegidas por denominaciones de origen y sistemas de producción tradicionales. Este enfoque ha sido clave para preservar técnicas ancestrales y garantizar la continuidad de pequeños productores y saberes artesanales.

El reconocimiento también se apoya en un largo camino institucional. Italia ya contaba con antecedentes en la lista de la Unesco, como la dieta mediterránea y el arte del pizzaiolo napolitano, consolidando su perfil como referente en la protección del patrimonio gastronómico intangible.

La candidatura fue respaldada por instituciones públicas, asociaciones culturales, chefs y comunidades locales, que trabajaron conjuntamente para demostrar su valor cultural y social.

Además, la gastronomía italiana se ha convertido en un lenguaje cultural universal, presente en todo el mundo sin perder su vínculo con el origen. Esta proyección internacional, combinada con una fuerte identidad local, fue otro de los elementos que la Unesco consideró fundamentales para otorgar el reconocimiento.

Con esta declaración, Italia celebra su legado culinario y asume el compromiso de proteger, transmitir y promover una tradición viva que continúa evolucionando.

Al convertirse en el primer país cuya cocina es declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Italia reafirma que su gastronomía es mucho más que un símbolo turístico: es una expresión cultural esencial de su historia, su territorio y su forma de vida.

Por Yanina Navarro