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Diego Navarro Reyes: "Fimucité genera turismo musical"

El director y padre del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife habla para la OMPT de la vertiente turística de este evento que se celebra en la mayor isla del archipiélago canario.



“Tenemos un contingente de público nacional e internacional que va creciendo porque Fimucité genera adicción”


Cuando se empieza a hablar de la música como la nueva gastronomía en el turismo dado su potente valor de atracción, y tras la relevancia adquirida por la cultura en la pandemia de COVID-19, especialmente durante el confinamiento, que ha revelado a la población en general su papel sanador, el boom de festivales de música en la nueva normalidad en 2022 nos ha hecho poner el foco en este sentido en Fimucité.


Tras más de tres lustros de existencia y sin parón siquiera en 2020, el impulsor y director de Fimucité, Diego Navarro Reyes (Santa Cruz de Tenerife, 1972), compositor y director de orquesta especializado en música de cine, nos recibe para hablarnos del potencial turístico experimentado y por desarrollar de este evento anual, el más antiguo de Europa en su género.


Desde la OMPT el interés de las preguntas se dirige a la dimensión turística que tiene, ha tenido o puede tener el festival. La primera es ¿Genera Fimucité turismo musical?


Por supuesto que lo genera. Lo ha generado siempre y lo sigue generando. El turismo cultural es una realidad. De hecho hay varias anécdotas al respecto curiosas que se han sucedido a lo largo de la historia de un evento que es, a día de hoy, el festival de música de cine más antiguo de Europa. Recuerdo, una reunión que tuvimos con Gobierno de Canarias, hablo de bastantes años, con Turismo del Gobierno de Canarias, con Promotour, y a esa reunión precisamente vino un grandísimo amigo y socio que es mi homólogo en Cracovia del Festival Film Music de Cracovia, Robert Piaskowski, que es una persona cultísima, asesor del Ministerio de Cultura de Polonia, vicealcalde de Cracovia, un personaje de una altura muy grande. Tuvimos una reunión en la que poníamos sobre la mesa de la institución el festival, y presentábamos la hermandad que hemos creado Fimucité y Festival de Música de Cine de Cracovia (FMF). Quise aprovechar que Robert Piaskowski estaba aquí en ese momento para que, desde el Gobierno de Canarias, fueran conscientes de hasta qué punto el FMF de Cracovia, que es un año más joven que el nuestro, era un evento dinamizador de la cultura muy potente que atraía, desde sus orígenes, un público muy grande. Ellos cuentan con la ventaja de que es territorio continental, tienen trenes, pueden viajar grandes distancias en coche y este es territorio isleño, es decir, que hay que desplazarse y coger un avión o un barco para viajar a la isla. Ellos en Polonia juegan con ventaja en este sentido. No lo podemos negar. Pero lo que sí es obvio es que el turismo cultural es un fenómeno real que existe, que es muy potente, y que se consolida como una realidad que atrae a turistas de un interesante poder adquisitivo que, al final, genera riqueza en la isla. Nosotros lo hemos vivido. Desde la primera edición del festival del 2007 tenemos un público fiel canario, tinerfeño en primer lugar y canario mayormente, precisamente como efecto colateral de esa insularidad que tenemos que pagar, pero después tenemos un contingente de público nacional e internacional que nos visita de manera clásica todos los años y que va creciendo cada año porque Fimucité genera adicción. Una adicción positiva. Es lo que nosotros llamamos la Experiencia Fimucité. Porque es una experiencia muy emocional. Recibimos todos los años muchísimos mensajes de audiencia, de público, canario y no-canario, que después de visitar nuestro festival nos escribe para contarnos, darnos su feedback, cambiar impresiones, todo lo que han vibrado y les ha encantado, o algún aspecto que consideran que puede ser mejorado. Nosotros recibimos todos los comentarios con el máximo interés, porque el objetivo es seguir mejorando, creciendo y haciendo las cosas mejor. Tenemos un público internacional muy interesante que se desplaza desde sitios remotos del mundo, y que coge dos, tres y cuatro aviones para venir a Tenerife a vivir la Experiencia FIMUCITÉ. Hablo de público sobre todo europeo. También hemos tenido público americano y hay quien ha llegado a venir de Australia, de Melbourne.


Eso es ser fan.


Eso es ser fan. Claro … Entonces cuando estás programando o creando un evento que eres consciente desde el primer momento, que tiene esa trascendencia tremenda que hace que profesionales de muy diversa índole, grandes aficionados a la música de cine, y al cine en general, organicen sus vacaciones anuales en torno a tu evento, te dices “¡madre mía!”. Impresiona mucho y eres consciente de la enorme responsabilidad. En esta reunión fue muy curioso, y quiero remarcar esto mucho porque nos encontramos con unas filosofías asentadas en algunos criterios algo obsoletos. Es obvio que el turista viaja a nuestras islas sobre todo buscando sol y playa, disfrutar de nuestro incomparable clima y todo lo que las islas tienen que ofrecer, que es una inmensidad. Sucede que, a día de hoy, hemos trascendido esos límites hasta el punto de poder ofrecer mucho más que sol y playa. Ahí es donde entra en juego este fenómeno tangible llamado turismo cultural. La sensación que nos dió en esa reunión es que no concebían o no parecían mostrar interés por otro tipo de turismo alternativo al ya conocido. Eso nos llamó profundamente la atención, sobre todo a mi homólogo polaco. Él daba por hecho, le parecía obvio, que el gobierno en aquel momento tuviese claro y asumidos conceptos como los planteados, pero no era así. Hay que tener en cuenta que para ellos Fimucité es el referente. Ellos se benefician del movimiento que su festival genera para la ciudad, ya que también todos los años con motivo de la celebración del evento muchos turistas aficionados visitan la ciudad. Teniendo en cuenta la inmensa tradición turística de nuestras islas y de Tenerife en concreto, desde Polonia daban por hecho la conciencia y el valor que presuponían se tenía al respecto. Su sorpresa fue mayúscula al percibir lo contrario. Fimucité, como propuesta cultural, genera un interés internacional que hace que nos visiten. Cuando nos visitan la audiencia se hospeda en nuestros hoteles o en nuestros alojamientos de bed and breakfast, disfrutan de nuestra restauración, alquilan nuestros coches, etcétera. Se trata de un tejido cultural que genera riqueza para la isla porque, además, estamos hablando de un perfil que puede permitirse comprar unos billetes, pagar un hotel, es decir, público de un poder adquisitivo medio-alto. Ergo nos interesa a nivel económico. Esto además no lo digo yo, sino que lo ha manifestado públicamente el propio alcalde de Santa Cruz José Manuel Bermúdez en referencia al festival. De hecho este año 2022 nos visitó público de Bélgica, Países Bajos o Polonia.


Y en esta dimensión turística por la que nos interesamos ¿Qué representa la apertura de la línea aérea con Nueva York-Tenerife?


Eso es interesantísimo. Es una vía de enorme interés para el festival porque tenemos muchísimos fans americanos. Es una noticia muy positiva porque se abre una ventana nueva y tremendamente interesante a todos los niveles. Es mejor tener un nuevo vuelo que nos conecta con Estados Unidos a no tenerlo. Es más, me parece muy curioso que se haya tardado tanto en implementarlo.


En esa proyección que podría tener el festival, porque se abre al mercado estadounidense, ¿Qué papel cree que podría tener justamente Fimucité para promocionar el Destino Tenerife?


Aquí lo que se trata es de generar sinergias. Y de generar sinergias que desde un punto de vista pragmático funcionen. El fenómeno del turismo cultural es una realidad y tenemos un evento que es un festival referente mundial en su género, consolidado hace ya muchos años, y lo tenemos en Canarias, en Tenerife. Genera un interés y nos visita un público muy variado, además, muy leal, que se desplaza a la isla, que repite año tras año y que está esperando para conocer cuál es la próxima temática que va a anunciar el festival para organizar el viaje. Es decir, hay un nivel de fandom en ese sentido muy potente. Desde las diferentes administraciones públicas hay que ser consciente de esto, cara a apoyar y proteger a esta serie de eventos referente, que ya tiene un recorrido y prestigio consolidado, que son marcas propias de la cultura de esta tierra y que no es justo que año tras año soporten que se resetee el ordenador y haya que comenzar desde cero a buscar el apoyo que se debería de tener de facto a estas alturas.



Y por otro lado, las personas invitadas, profesionales y demás ¿Cuál es la promoción turística o qué vivencia turística se ofrece de la isla? ¿La ofrece el festival? ¿Coordinada o de manera individual? He preguntado por la proyección de Fimucité hacia fuera, pero cuando ya están aquí los invitados de los perfiles que sean, esa promoción turística se hace de forma diferencial, coordinada, se les deja a su aire ...


Esta pregunta es importante. Se ha hecho de todo. De hecho hay otro dato muy interesante y muy importante aquí y es que toda esta gente que viene son prescriptores muy importantes, de enorme prestigio, que para nuestra fortuna cuando termina el festival y regresan a su lugar de origen absolutamente maravillados tras vivir la experiencia. De todo cuanto han vivido en la isla, de todo cuanto Tenerife puede aportar. Más allá de lo vivido en todo lo relativo al festival, nuestra cultura gastronómica, por supuesto el clima y nuestra temperatura media, todo cuanto hay que ver en la isla, el carácter de nuestra gente. Nosotros somos una pequeña familia. El trato con nuestros invitados es siempre muy cercano. Ellos terminan fascinados al irse de la isla y tocados emocionalmente para bien. Todos nuestros invitados regresan a sus lugares de origen muy agradecidos a todos los niveles. Este año el compositor de la saga Terminator, que fue uno de nuestros invitados estrella, nos escribió un precioso y apasionado correo de agradecimiento en el que nos decía que nunca olvidaría todo lo vivido en el festival y lo querido que se sintió. Sucede que todos estos prescriptores de primer nivel cuando regresan a sus casas hablan maravillas del evento y de Tenerife. Siempre andamos haciendo promoción de Tenerife a todos los niveles y luego ellos exploran la isla en sus ratos libres. El festival ha sido visitado no sólo por compositores sino profesionales de gran prestigio de la industria del cine como ejecutivos de Hollywood, productores varios, agentes, directores de entidades de gestión de derechos de autor y un largo etcétera. Todo esto ha beneficiado a la isla de múltiples maneras desde la primera edición en 2007. Los compañeros compositores quedan muy impresionados también por la fantástica infraestructura artística de la que disponemos en la isla. El propio Trevor Rabin, autor de las bandas sonoras de Armaggedon o La Búsqueda, cuando visitó el festival en 2008 me comentaba lo impresionado que estaba de que en una isla con un territorio tan limitado tuviésemos un auditorio de primer nivel mundial, teatros de ópera como el Guimerá o el Leal y una orquesta sinfónica profesional de nivel internacional. Estaba muy impresionado. Esto es un común denominador todos los años, cuando cambiamos impresiones con todos nuestros invitados. Hay una serie de valores y beneficios tangibles que derivan del festival, pero otros tantos intangibles que son muy importantes que genera el evento.


Incluso de cara a lo turístico también a través de las redes sociales, esa aparición de imágenes y demás. Y luego el hecho de que se hayan rodado estas dos películas, Furia de Titanes. El turismo cinematográfico, que todavía no se ha explotado aquí pero que podría también haber una simbiosis. De hecho esas visitas, para completar la Experiencia Fimucité, parece que falta esa parte de turismo cinematográfico.


Bueno, el turismo cinematográfico es parte de la audiencia del festival. Fimucité es visitado por una amplia gama de público, aquellos amantes o aficionados de la música con perfil coleccionista, los que aún, para fortuna de nosotros compositores, compran discos y los coleccionan. Melómanos del género que siguen nuestras carreras y están enterados de cómo evolucionan, esto es, el público más entendido y especialista del género. Luego melómanos en general, amantes del cine que por ende aman la música para el cine, aquí es donde entraría ese componente de turismo cinematográfico, público inquieto ávido de cultura en general, o incluso audiencia que nos ha llegado derivada de la temporada de la Sinfónica de Tenerife. Un público más concreto que nos llega de la música clásica. Como ves ¡es muy variado! Fimucité tiene ya una entidad propia que hace que nuestro público viaje a la isla a vivir la Experiencia Fimucité.


Lo que pasa es que Fimucité, pregunto, está ya muy comprometido con Tenerife.


Por supuesto, pero también con Canarias. No en vano durante varias ediciones del festival hemos simultaneado programación en ambas islas capitalinas. La mayor parte en Tenerife, de hecho Fimucité son las siglas de Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife, pero también en Gran Canaria, en el Teatro Guiniguada de las Palmas. Y durante varias ediciones. La intención del festival es continuar cultivando esta línea.


Es un reclamo de la ciudad a la que se va, forma parte de la agenda cultural del residente.


La idea es intentar contentar a nuestro público teniendo en cuenta, además, que hay diferentes tipos de audiencia. Por eso por ejemplo creamos el formato Pop-Rock centrado en las canciones creadas o utilizadas en el cine con la Pop Culture Band. Hay seguidores del festival que acuden al concierto de la Pop Culture Band y no va a los sinfónicos, o viceversa. Hay gente que asiste a todos los conciertos, o a parte de ellos. Intentar que el espectro sea lo más amplio posible para que abarque a la mayor variedad de público viable es el objetivo.




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El turismo musical, como subnicho dentro del turismo cultural, se va conformando en España en iniciativas como el Directorio Tiim (Turismo & Industria Musical) desarrollado en la Comunitat Valenciana. En la revista Forbes se han hecho eco del Anuario 2022 de la música en vivo elaborado por la Asociación de Promotores Musicales (APM) para poner de relieve que España es el primer destino del mundo en cuanto al turismo de festivales musicales hasta el último año del que se tienen publicados datos debido a la pandemia de Covid-19, esto es, 2019, y cuantificar el gasto medio que aporta, si bien el grueso se pueda referir a festivales de otros estilos y públicos-objetivo. El big data aplicado al sector, tal como se desprende de las declaraciones de nuestro entrevistado, irá arrojando más luz y perfilará aún más las propuestas de este tipo. Por su parte la iniciativa Music Cities que incluye entrega de premios, gestión de comunidad del gremio y foro laboral a nivel europeo, es una plataforma cuya sintonía habrá que escuchar para conocer el ritmo que adopta el turismo musical al menos en el mercado del «viejo continente» y una región ultraperiférica del mismo como Canarias.


+ info web festival: https://fimucite.com


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Tras la entrevista Diego Navarro recibió la Medalla de Oro de la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife principalmente debido justamente, en palabras de su alcalde, por “haber convertido a Santa Cruz de Tenerife en capital mundial, cada año y por unas semanas, de la música de cine. Fimucité es, por sí solo, razón suficiente para que el hoy homenajeado sea reconocido por sus paisanos como un prohombre de la ciudad que (...) ha situado a esta capital, a toda la Isla, en el mapa mundial de las grandes citas musicales, vinculadas a un arte universal como es el del cine”.


Carmen María Real Perera




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