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«Explotó el verano…» «…explotó el turismo» ya no significan lo mismo (Lo que viene post pandemia)

Un nuevo modelo de negocios y el trabajo real en sostenibilidad se transformaron en ejes centrales de la realidad presente y futura. El turista también deberá ser más responsable, dadas las circunstancias el turismo nos vuelve  a recordar que es un fenómeno social, cultural, y que además puede ser negocio. Se invirtió la pirámide.


Algunos se apuran, otros trabajan el tema con seriedad, pensando al detalle potenciales escenarios que tendrán variables de ajustes muy sensibles y las conductas humanas en el centro. El sociólogo estadounidense Erving Goffman decía en su obra sobre microsociología  «La presentación de la persona en la vida cotidiana», en el dilema de la expresión versus acción que:


Aquellos que poseen el tiempo y el talento para realizar bien una tarea pueden no tener, por la misma razón, ni el tiempo ni el talento para mostrar que lo están haciendo bien.


Dicho en palabras de hoy, puede relacionarse «no solo hay que ser, sino parecer»; ¿pero cuánto tiempo y recurso se destina a parecerse más que a ser?  No es un artículo destinado a hablar de interaccionismo simbólico, pero el autor y los pasajes citados desnudan rápidamente la realidad de hoy en torno al tema turismo, como en tantos otros temas.


Distintos conceptos y puntos en común; la vuelta a pensar en cuestiones que se olvidan fácilmente y la historia se encarga de recordarnoslas.


Capacidad de carga, previsibilidad y sistemas de reservas


Estos tres ejes preponderaron en la charla e intercambio que se realizó en la tarde noche del miércoles a través de un encuentro virtual propuesto por la Universidad Popular de la UNC, Secretaría de Extensión Universitaria y  en donde el Lic. en Turismo Marcos Díaz desarrolló «El Turismo después de la Pandemia».


Díaz, quien destina todos los sábados a hablar de turismo de 11 a 13 horas en Radio Continental Córdoba, manifestó ante esta situación de pensar la salida de la pandemia que «ya no se trata de de que el turista elija el alojamiento únicamente, va a tener que elegir  el restaurante y las actividades que va a desarrollar en el destino, debido a que para poder cumplir con una serie de protocolos los prestadores de servicios van a necesitar saber qué día y a qué hora tendrán al turista en su resto por ejemplo».


Las preguntas se extienden a lo largo y ancho del mundo, y así los reflejan los colegas en distintos artículos, por ejemplo en el Foro de Periodistas de Turismo que integramos, Rosario Ortíz expresó esta semana:


«Es una verdad inocultable que el turismo va a cambiar, las formas de viajar no serán las mismas, las multitudes tardarán mucho en ser nuevamente una realidad ante nuestros ojos y todas las actividades deberán incluir nuevos protocolos para un funcionamiento que genere confianza y seguridad a los viajeros» nos dice Rosario Ortíz en su artículo en el Foro de Periodistas de Turismo «Turismo en cartagena ¿es tiempo de cambios?.


Díaz, aseguró que «los destinos van a tener que trabajar en los nuevos paseos y circuitos, lo más abierto posible para que no haya aglomeración de personas. Es una manera de contener al turismo y brindar seguridad».


En ese contexto los destinos emergentes tienen la oportunidad de trabajar su identidad y marca turística.


La masividad deberá esperar

Por su características de alojamientos, los destinos masivos son los que tendrán que rediseñar y poner en juego su capacidad de inventiva, ya que cambiarán cosas tan internalizadas y conductas adoptadas como el desayuno buffet, este nuevo escenario implicará volver al desayuno en la suite o el buffet por turnos para evitar la aglomeración.


Los espacios comunes necesitarán de menos tránsito, lo que a priori la fluctuante demanda de cabañas tendrá una nueva oportunidad, ya que permite «aislarse» al aire libre y a la vez tener contigüidad con el grupo familiar.


Se rompe necesariamente la estacionalidad, la gente no va a poder salir toda junta de vacaciones, es decir que las nuevas proyecciones obligan a pensar en un destino de todo el año.


Impacto económico

El disponer de espacios más amplios y en el caso de los hoteles respetar el nuevo protocolo que direcciona hacia políticas que tienen por finalidad sostener de alguna manera la distancia social, impactará indefectiblemente en la economía de los establecimientos, no se podrán ocupar todas las camas a la vez, esto choca de frente con un tradicional concepto en turismo que dice: «cama que no se vende, no se recupera».


Los restaurantes, también tendrán el impacto de no poder vender todos los cubiertos a la vez, y así podremos desmenuzar cada uno de los rubros y elementos que integran el mundo del turismo.

Ingenio, inventiva, reconversión

El contexto implica volver a pensar en turismo, en el turista, ha soñar y dejar plasmado el proyecto para que surjan los programas sobre los cuales se trabajará. Imprescindible salir de la frase hecha «privado y el Estado», y que sea una realidad, pero habrá que tener en cuenta al turista con sus demandas de servicios y a los trabajadores los eternos olvidados y precarizados. De seguro aumentarán los costos, que serán trasladados al turista, para lo cual la calidad del servicio es clave.


Sin dudas los que venían trabajando y plasmando modelos sustentables son los destinos a los que toda esta situación les resultará menos extraña que a aquellos que siguieron el viejo concepto playa sol, enero y febrero y luego puertas cerradas. Dentro de todo este marco de complejidad, la necesidad de puertas abiertas todo el año traerá algún alivio para el sector trabajador que en el esquema estival lo da todo y a mitad de marzo perdía su trabajo o el medio jornal.


El imperativo de la sostenibilidad en los destinos. Ser social, cultural, ambiental, económicamente sostenible.


Desde el Foro de periodistas de turismo se realizó la campaña: El turismo está cambiando ¿estás cambiando tú?


Uno de los tópicos trabajado fue sobre la creencia de que el turismo por naturaleza terminará con la pobreza.

  • «Existe una creencia generalizada a creer que el turismo por naturaleza terminará con la pobreza de los destinos. Esto puede suceder solo si se desarrollan planes sostenibles reales y a largo plazo, pero mágicamente no sucederá por más que desde el discurso así se lo plantee».

  • Por otro lado, «el turismo sí puede incrementar la pobreza de cualquier destino si se da un acceso desigual a los recursos (suelo, agua, energía) entre los locales y los turistas. También puede suceder que se incremente el valor de la tierra o que las ganancias que se obtengan en el destino no queden en el destino o solo en manos de unos pocos».

La pandemia es un tema que tiene en vilo al mundo, y mientras se diseñan políticas para el regreso de las actividades, los ciudadanos del mundo tienen la oportunidad de ser algo más que engranajes del sistema. En las crisis también surgen posibilidades, tal vez la más importante está frente a nuestros ojos, solo hay que despejar la bruma.


Pablo Miranda

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