El lanzamiento presencial del Libro “El Llamado” se realizará con todas las medidas de bio-seguridad y aforo limitado, en las instalaciones del Centro de Arte Contemporáneo, en la ciudad de Quito, el día 24 de septiembre del año en curso a las 18.30, hora Ecuador.
Esta obra escrita es una invitación a conocer acerca de las teorías de la Tierra Hueca en base a
investigaciones propias del autor, que incluyen relatos de viajes y que nos envuelven en un misticismo propio de los expedicionarios, no solo por este sitio en mención sino por aquellas anécdotas extrañas que ocurren en los lugares más recónditos.
El escritor y explorador ecuatoriano Sebastián Almeida Dillon, es un investigador de aquellas experiencias que nutren a la historia del Ecuador, así como el espíritu viajero de quienes nos hemos sentido cautivados por saber más de la Cueva de Los Tayos y de los misterios de la naturaleza. Sebastián afirma que su pasión por lo desconocido, nació y creció en su deseo de vivir estas experiencias en carne propia y compartirlo con sus lectores.
Quienes disfrutamos de los viajes, sabemos que la travesía inicia antes del viaje mismo, y más aún,
tratándose de un lugar que se encuentra en las entrañas de la tierra, esta preparación no es solo física, emocional, sino también mental. Este sitio conocido como La Cueva de Los Tayos, considerada única entre las 1200 existentes en Ecuador, por su valor histórico, y por cada uno de los elementos que conforman cada uno de sus espacios a ser recorridos, es sin duda un lugar de exploración en varios ámbitos que van desde lo científico hasta lo mítico.
Uno de sus visitantes fue el espeleólogo argentino, de origen húngaro Juan Moricz, así como el
astronauta Neil Armstrong, quienes al llegar a su interior fueron recibidos por los fuertes graznidos de los tayos, aves que inundan el lugar con su presencia sonora de principio a fin. Una figura importante entorno a La Cueva de Los Tayos y en particular a la Etnia Shuar, es el Padre
Carlos Crespi Croci, de origen italiano, quien permaneció en Ecuador en una misión que le tomó 59 años de su vida, ahora se lo recuerda como educador, investigador, botánico y en esta coyuntura, como custodio de las piezas de gran valor, encontradas al interior de la Cueva, mismas que le serían entregadas por los Shuar para su cuidado.
La Etnia ancestral Shuar es quien conoce, resguarda y guía a sus visitantes, en cada uno de los recovecos de las cuevas, las cuales son consideradas sagradas y por tanto es necesario un permiso o invitación de su parte para el ingreso. Esta hazaña está marcada por la fortaleza y destreza para desplazarse a través de caminos en medio de la Amazonía ecuatoriana, caracterizados por la humedad, vegetación frondosa, lodazales, ríos y bichos típicos de la región que serán la antesala del ingreso a las cuevas y sus misterios, todo esto es parte de la aventura.
El ingreso es un descenso vertical de 64 metros de profundidad, y una vez adentro la luz de la linterna frontal se va abriendo paso entre las cavernas, las piedras enormes, salones que sorprenden por su amplitud, galerías estrechas y por supuesto una cantidad impresionante de estalactitas y estalagmitas, entre estos espacios se encuentra el portal Moricz, con una forma cuadrada que da la impresión de haber sido tallada, de vez en cuanto es fácil encontrarse con tarántulas, serpientes, arañas, y más habitantes de esta oscuridad absoluta.
Sé parte de esta aventura al escuchar la entrevista completa realizada al autor Sebastián Almeida Dillon, en el lanzamiento virtual de su libro “El Llamado”, en tu programa turístico radial, nominado al premio internacional Pasaporte Abierto como Medio especializado en turismo destacado: “Esto Sí Es Ecuador” https://www.facebook.com/exitosfmradiocom/videos/372570431043280/
El autor: “El Llamado es un libro dedicado a todas esas mentes aventureras que tratan de descubrir los grandes enigmas del mundo, muchos de estos sse encuentran al interior de cada uno de nosotros”. El Llamado ¡espera por tí! Fotografías cortesía de Sebastián Almeida Dillon y Jacqueline Granda.
Jacqueline Granda Marcillo