Las herramientas digitales se vuelven imprescindibles y los periodistas debemos saber
usarlas con responsabilidad. Frente a la “desinfodemia”, al acceso y manipulación de la
información pública, la libertad de expresión, las Fake News y el rol de los periodistas
para lograr comunicar bien los desafíos de la agenda de Objetivos de Desarrollo
Sostenible -ODS 2030 propuesto por Naciones Unidas - ONU.
En buena hora las oportunidades que generan universidades y organizaciones sin fines de lucro como la OMPT, a propósito de la importancia de la especialización para profesionales de la
comunicación que consideren seguir capacitándose. Más aún si trabajan día a día en la
publicación de información en Facebook, Twitter, Youtube, Instagram, Linkendl, entre
otras.
Es importante que la gobernanza de Internet esté presente en todo momento,
tanto en el manejo de cuentas personales como en la publicación de contenidos
relacionados con la comunicación institucional de organismos públicos del Estado, ó
bien sea en comunicación corporativa de empresas privadas, en cada caso la premisa
del periodista es la difusión de mensajes que busquen informar y no desinformar a la
población. Por eso es imprescindible estar dispuestos a aprender de personas en
instituciones especializadas y así todos poder seguir mejorando los contenidos. La
importancia de fomentar los estudios formales permite trabajar eficiente con uso
crítico - ético de las tecnologías de la información. Además, tiene un valor agregado
para nuestro trabajo como profesionales responsables respecto a quienes aún
transitan por instinto en la creación de contenidos digitales y manejo de este tipo de
cuentas en Internet.
Recientemente, Jaron Lanier, padre de la realidad virtual, asesor de Microsoft y Google, se declaró como “renegado digital”, y en su último libro solicita a sus lectores reconsiderar el uso de sus cuentas en redes sociales debido al peligroso efecto de los datos con que se nutre a los administradores en Silicon Valley cada vez que ingresamos y publicamos contenidos en la matrix. A propósito el título -"Periodismo de tecnología, más allá de los gadgets"; lo tomé prestado de una certificación internacional que ofreció hace unos meses la plataforma <Moodle> de estudios online de la Universidad de Austin, Texas. El objetivo del curso fue
justamente facilitar contenidos para capacitar a profesionales de diversas áreas con el
conocimiento científico suficiente para comprender cómo funcionan las capas
profundas de Internet, visto más allá del funcionamiento en aparatos dotados de
tecnología, sino más bien como modeladores de la realidad de las personas.
En los Estados Unidos y Europa el uso masivo de estas herramientas digitales genera cada vez
más interés de académicos, periodistas, abogados representantes de poderosas
corporaciones enfrentados a millones de usuarios, jueces y legisladores. Sobre todo
luego de comprobar la incidencia de los mensajes en Facebook para beneficiar a
Donald Trump, previo a la elección presidencial del 2016 en EE.UU. Para los teóricos
de la comunicación, por primera vez en la historia, la publicidad por algoritmos del
mundo digital fue decisiva en la elección final de los electores del país más poderoso
del mundo.
Finalmente, para el resguardo de los datos en redes sociales cualquier
violación de principios atenta a la seguridad de la información. Por eso la importancia
de los aspectos de Confidencialidad – Integridad- Disponibilidad. Se entiende por
confidencialidad, que no debe tener acceso personal no autorizado. Integridad, se
relaciona a que los datos no deben ser modificados por personas no autorizadas. Y
disponibilidad para que solo personal autorizado pueda modificar los datos. Por ello
dichas cuentas y sus datos, tanto en la administración pública como en el área privada,
deben estar en manos de profesionales competentes y capacitados. La tecnología
avanza a cada segundo, solo con capacitación constante podremos diferenciar entre
las verdaderas amenazas, la vulnerabilidad y los reales incidentes para cautelar
responsablemente la información que publicamos en el ciberespacio.
Cristian Carvajal