Muchas son las preguntas sobre el Estado mexicano de Hidalgo:
¿Es un destino difícil de olvidar, fácil de reconocer?
¿Fácil de pronunciar, difícil de describir?
¿Cómo viajar hasta ese lugar?
¿Vale la pena ir a sus 84 municipios?
¿Cuánto dinero y qué papeles debes llevar?
¿Existe una lista de destinos favoritos?
Los mexicanos al igual que cualquier otra persona con nacionalidad distinta, jamás acertarán al darte las respuestas sobre los mejores pueblos de su país; todos aman y divulgan sus tesoros turísticos, incluso te invitan a viajar y descubrir tus propias respuestas.
Este artículo no pretende dar respuestas, sí compartir las experiencias sobre pueblos memorables para mí, allí en Hidalgo- México.
Tepeapulco y su turismo religioso
Sin duda alguna hay que conocer la Casa Museo de Hernán Cortés. Los amantes de la historia quedarán fascinados. Yo recomiendo ir a conocer los escenarios religiosos o dejarse llevar por el romanticismo y pensar en casarse.
Personalmente me encantó recorrer el pueblo y saber que su nombre en “raíces Nahoas” significa lugar rodeado de agua. Aquí las fotos de cómo sería una boda en Tepeapulco y la catedral que recomiendo.
Zempoala, indescriptible
En Zempoala- está la Arquería Monumental de Tepeyahualco, más conocido como el Acueducto del Padre Tembleque en homenaje al franciscano que tuvo la idea de dotar de agua a la región.
Pese a ser uno de los lugares más destacado por su actividad turística, allí descubrí la importancia y el respeto de sus locales al agua, y a la historia misma de cómo un español permitió la llegada de eso que para muchos lo es todo, el agua. Podemos sobrevivir sin alimentarnos, pero duramos poco sin beber agua.
Allí en el Acueducto del Padre Tembleque fue genial ver mi capacidad para buscar la sombra, ese eterno juego de huirle al sol o al calor, me permitió divertirme y luego descubrir mis fotos.
Zempoala es indescriptible, por la calidez de sus residentes, por la cantidad de paisajes que tienen, los pies nos llevan a dónde queremos estar; quizás en Zempoala ellos se convierten en la ruta de navegación para seguir viajando por Hidalgo pero para mí como visitante este destino lo tiene todo, flora, fauna, turismo, cultura, arquitectura e historia.
Tula, patrimonio cultural nacional
El complejo arqueológico de Tula es reconocido por ser patrimonio cultural de Hidalgo y por ende de México, su Museo en sitio y sus figuras arqueológicas me enseñaron que lo importante además de viajar, es ver como un guía o residente va invitando a otros a entender lo imponente y valioso que es este lugar.
La conexión entre las pirámides de Teotihuacán y Tula es tal, que podrían “ir caminando durante 3 ó 4 horas para llegar”, así lo afirmó nuestra guía. Será de valientes contesté, y lo dije porqué hacía mucho calor e imaginar ese trayecto a esa temperatura fue impensable.
Tula se explica mejor con fotografías. Claro está cada edificio sacro o estatua, consolida el complejo de la arquitectura tolteca. Pero para mí este sitio debe visitarse mejor con un guía, uno divertido como el que me acompañó, que vaya dejando tomar fotos a la naturaleza, o que te diga sube, no por la vista aérea sino para recargar el espíritu de conocimientos y saludar a “ los Atlantes de Tula”.
Subí imaginando ¿qué es un atlante?, me dio pena preguntar. Todos los demás parecían tan sabios que deduje entendían su significado. Reí mucho cuando vi semejantes figuras, anoté lo pertinente y posé ante las esculturas de piedra basáltica que en sí representan a “guerreros toltecas de alto rango”. Agradecí ese tiempo, ya que según nos contaron, en la época antigua, no era fácil que alguien del pueblo pudiera ver un Atlante y pues ahí estaba yo, capturando la foto.
Huichapan, sí, así mismo Huichapan
Hay letras publicitarias bonitas, súper coloridas, bien diseñadas. Huichapan las tiene todas, su simbología y figuras son encantadoras.
Intenté ver las figuras en las letras de un pueblo que desde el 2012 es reconocido como mágico. Allí se pueden ver: Arcos Acueducto el Saucillo, parque arquitectónico. La Cruz, símbolo de sus escenarios religiosos como la Iglesia de San Mateo Apóstol y Capilla de la tercer orden. Letras con su arquitectura colonial y formas del Palacio Municipal. Y varios rostros de su líderes independistas o sociales.
Ser la sede en 1812 del primer grito de independencia mexicano, hace de Huichapan un lugar que con dramaturgia e imaginación sabe transferir ese contexto histórico. Las atenciones de los organizadores del recorrido turístico y autoridades locales, lograron por primer vez en menos de 3 minutos organizarnos a todos para la foto. Sólo fue posar de pie sobre un papel de colores y ahí quedó la foto grupal.
Texto de Daissy Sánchez
Fotografías de Miguel Ledhesma
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