En la provincia de Misiones hay actualmente 124 comunidades mbya guaraní, con una población de 11.850 habitantes.
Antes de llegar al centro de la ciudad de Puerto Iguazú, sobre la mano derecha de la ruta 12, hay una entrada donde se encuentran también varios hoteles de selva. La aldea guaraní está asentada hace 5 años en una reserva natural con un apacible bosque de 600 hectáreas con árboles de más de 400 años como la Caña Fístola y el Palo Rosa. El predio de llama Selva Yryapú (sonido del agua) y comparten con otras comunidades, Iryapú, Ttá Poty y Tupá Mbae. Más adelante, por camino mejorado, se pueden apreciar grupos de familias (exactamente setenta y cinco) de pueblos originarios guaraníes, de unas 260 personas, que hacen y venden sus artesanías, hechas con caña de bambú, maderas varias y semillas. Se adaptan a los cambios. Viven en su mayoría en chozas de madera, y a lo largo de la pandemia no ha registrado casos de coronavirus.
Nos detuvimos a pesar de la lluvia que nos acompañó durante la última semana del mes de octubre y las grandes crecidas de los ríos Iguazú y Paraná. La comunidad se llama Yasy Porâ (Luna hermosa).
Valió la pena conocer una familia que estaba esperando que los turistas se detengan a ver sus trabajos, pero la lluvia no los ayudaba. Nos contaron que extraen el agua potable de un pozo, producto de una perforación de quince metros sistema aljibe, con la cual abastecen un tanque, desde donde han tendido un sistema de distribución por mangueras que llega a casi todas las familias. Cuentan con televisión satelital en gran parte de las casas. En ese momento, las mujeres de la casa estaban cocinando reviro, una especie de guiso preparado con harina y arroz. Uno de los niños que acompañaban la mesa de artesanías, David, ayudaba a hacer los colgantes y pulseras con semillas de los árboles autóctonos: semillas llamadas “peine de mono” que se utilizan para llamadores.
"Antes la naturaleza nos daba todo lo que necesitábamos, la caza, la pesca, la tierra nos brindaba alimentos y medicinas. Hoy todo cambió y nosotros tuvimos que cambiar también. Ya no pescamos ni cazamos, no al menos cómo lo hacíamos antes, sino solo eventualmente porque estamos dentro de la reserva natural y está prohibido", destacó el padre de familia.
Viven en armonía con la naturaleza, se compenetran con ella.
Hay visitas guiadas desde Puerto Iguazú y pueden reservar las salidas desde cualquier punto de la provincia.
Silvia M. Vázquez
Comments