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Tallin, espíritu medieval e impulso futurista


Estonia es uno de los veintisiete estados soberanos que forman la Unión Europea, siendo el más pequeño de los tres países bálticos. Limita al sur con Letonia, al este con Rusia, al norte con el golfo de Finlandia y al oeste con el mar Báltico.

Tallin es la capital y es famosa por ser una de las ciudades más digitales del mundo.

Esta joya medieval es un cuento de hadas que nos sumerge en el pasado y que supo aprovechar el comercio marítimo desde siempre.

Elegido por turistas de todos los horizontes, al pisar estas tierras se percibe una fuerte identidad, patriotismo, folklore, costumbres, gastronomía, música, historia y gran respeto.

Más se recorre, más se siente esas ansias de progreso constante, de crecimiento, de un estado hacedor en busca de brindar igualdad de derechos y oportunidades y calidad de vida en todos los aspectos del día a día.




Revolución Cantada e independencia

La Revolución Cantada es un término para referirse a los sucesos ocurridos entre 1987 y 1991 que concluyeron con la restauración de la independencia de Estonia, Letonia y Lituania.

Las tres repúblicas fueron anexionadas por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial y más tarde con la ocupación en 1944 tras la invasión alemana de la Unión Soviética.

El término fue acuñado por un activista estonio quien lo utilizó en un artículo sobre las manifestaciones de junio de 1988: se cantaban canciones estonias para reivindicar la independencia del país.

Finalmente, en noviembre de 1989 el Soviet Supremo estonio declaró los sucesos de 1940 un acto ilegal de agresión militar. Estonia desobedeció a Moscú, convocó elecciones libres en 1990 y recuperó su independencia en 1991.

Uno de los mayores exportadores de casas de madera

Desde el crecimiento económico negativo de los primeros años de independencia, causado en parte por las dificultades de la transición a un sistema de economía de mercado, Estonia ha apostado a la liberalización de la economía: estimuló la inversión extranjera y privatizaciones (más de la mitad de su comercio exterior lo realiza con la Unión Europea, en la que ingresó en mayo de 2004). Las principales exportaciones de Estonia son maquinaria, electrónica, madera y textiles.

Asimismo, apostó por las tecnologías de la información, lanzando un proyecto para informatizar las escuelas y mejorar el acceso de la población a la tecnología.

Excepcional entre las economías de transición: crecimiento estable, fuerte, estabilidad monetaria y transparencia económica.


Qué hacer en Tallin

Tallin es el centro cultural del país. Conserva su Ciudad Antigua amurallada y con adoquines, que alberga cafés y tiendas, junto con Kiek in de Kök, una torre defensiva del siglo XV.

Por su lado, el edificio gótico del Ayuntamiento construido en el siglo XIII, con una torre de 64 m de altura, se encuentra en la histórica plaza principal. La Iglesia de San Nicolás es un sitio icónico del siglo XIII que deleita con su arte eclesiástico.

La Catedral de Alejandro Nevski, el castillo de Toompea, los miradores de Patkuli y Kohtu, la calle Pikk, la puerta de Viru son también algunos de los imperdibles..

Paseando por la ciudad vieja, escalinatas subterráneas nos invitan a tomar una cerveza en lo que alguna vez fueran las casas de familias y comerciantes. Por unos segundos pareciera que viajamos al medioevo.

En el corazón de Tallin, está la farmacia más antigua. Fundada en 1422 jamás ha dejado de funcionar.



Combinación de historia y modernidad, el museo de arte Kumu o el Lennusadam o Puerto de Hidroaviones maravillan por ser obras de ingeniería de avanzada.

Por su parte, el barrio del puerto se está desarrollando de manera tal que la arquitectura no rompe con el encanto del paisaje. Flores silvestres dibujan el entorno para luego dar lugar a que la vista se pierda en el mar. Una particularidad de los estonios es justamente conservar lo minimalista a través de un estilo de líneas limpias y sencillas.

Rotermann

Por otro lado, en el barrio de Rotermann ha nacido un gran centro comercial, con tiendas instaladas en antiguas fábricas y almacenes, reformados con una arquitectura moderna que sorprende. Perderse por esos pasillos futuristas es una experiencia fascinante.


Movilidad sostenible

Y como si fuera poco, sobre las mismas arterias conviven de manera más que equilibrada buses, tranvías, autos, bicicletas y monopatines eléctricos.

Y mientras tanto aparece un robot que hace delivery tan solo con una aplicación desde el celular. “Hi human!”, responde cuando se activa para atender un pedido. Moverse de manera individual a cualquier hora del día o de la noche no es un problema.

“En este contexto, Estonia, un pequeño país de Europa Oriental, sigue firme en su avance vinculado a los servicios digitales para sus ciudadanos y la digitalización de la estructura estatal, en los que ha crecido mucho en los últimos años. Como parte de este proceso se inscribe la utilización de un modelo digital de transporte con el cual, las autoridades del municipio de Tallinn, capital de Estonia, podrán proyectar y prever las necesidades de movilidad de la población y, basado en esa información, planificar con mayor efectividad la movilidad urbana”, resume el portal Utopía Urbana City.



Por María Celina Lundin







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