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Eric Barrantes García

Visité el corazón de México: San Luis Potosí

Actualizado: 8 nov 2022



Esta ha sido mi primera visita a México y no comencé precisamente por la capital, sino por San Luis Potosí, ciudad donde se llevó a cabo la sexta entrega de los premios Pasaporte Abierto 2022 y que me acogió junto a varios periodistas para también celebrar el Día Mundial del Periodista Turístico, así como vivir un press tour muy completo organizado por la OMPT-México con el ayuntamiento de esta localidad.


Aproximadamente a 7 horas en bus desde la Ciudad de México y a 1,860 metros de altura se encuentra esta ciudad que busca convertirse en uno de los principales destinos turísticos del país azteca y vaya que lo puede lograr, pues brinda al turista varias alternativas que hacen realmente que su estadía sea una experiencia inolvidable.


En primer lugar, San Luis Potosí ocupa el tercer puesto en cantidad de edificios de valor histórico y cultural de todo México, después de Ciudad de México y Puebla. Además, ha pasado por un proceso de renovación en el que se han extraído los cables eléctricos y telefónicos, lo que permite apreciar mucho mejor sus paisajes y, si a ello le sumamos la belleza arquitectónica de sus edificaciones y la seguridad que se respira en sus calles, podemos decir que ya tiene cualidades para apuntar a todo lo alto.


Para ser más exactos, San Luis Potosí está situado en la frontera sur del gran desierto de Chihuahua y fue fundado en 1592. Su nombre original es San Luis Minas del Potosí. San Luis responde al nombre del rey francés Ludovico Nono, quien participó en las últimas cruzadas y obtuvo el grado de santo; mientras que Potosí es un vocablo quechua que significa bonanza y que se le otorgó a la ciudad porque sus minas se asemejaban a las de Potosí que hoy se ubican en Bolivia, pero en aquel entonces formaban parte del Virreinato del Perú.


Lo que más llamó mi atención del centro histórico, además de sus bellas callecitas empedradas, fue la hermosa arquitectura de sus edificios, muchos de ellos decorados de cantera rosa, aunque como nos explicó muy bien Miguel Galarraga Robledo, guía federal acreditado de Auténtico San Luis, la cantera es el lugar de donde se extraen los minerales, así que el nombre más apropiado para designar a este material es la ríolita, una piedra que se puede encontrar en diferentes colores.


A continuación, te muestro los principales atractivos que visitamos a lo largo de este recorrido:


Plaza de los Fundadores y la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP)


Al llegar a la Plaza de los Fundadores, nos encontramos con la estatua de Ludovico Nono y, muy cerca de ella, pudimos ingresar a una construcción que funcionó como convento franciscano y luego jesuita. Se podría decir que este recinto ha estado siempre vinculado con la educación, pues posteriormente a la expulsión de los jesuitas por parte de la corona española, albergó a un instituto científico y más tarde a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente opera aquí la rectoría y oficinas administrativas de este centro de estudios superiores, ya que con el crecimiento de la población estudiantil las diferentes facultades se fueron trasladando a distintos puntos de la ciudad.


Como toda construcción de aquellos tiempos, cuenta con un patio central y alrededor se distribuyen las habitaciones que pertenecieron a los religiosos. El techo es estratégicamente alto para que la radiación no llegue con facilidad al suelo durante los días calurosos del verano, mientras que sus muros son gruesos para amortiguar el frío del invierno. Otro elemento decorativo es el jacarandá, un árbol proveniente de Brasil que en primavera brota hojas de color púrpura.


Como nos dice nuestra guía Adriana Fernández Avilés, este centro también sirvió de cuartel en momentos de invasión por ser una edificación amplia y de gran altura a la que podían ingresar tropas con caballos. Por otro lado, cabe destacar que esta institución ha sido la primera en recibir el grado de autónoma. A la fecha cuenta con más de 25 mil estudiantes y, si hablamos de la ciudad en general, hay más de 30 universidades entre públicas y privadas.



Caja Real


Siguiendo con nuestro recorrido, llegamos a la Caja Real, un local que sirvió para guardar los beneficios de la minería y cobrar el quinto real, una contribución que exigía la corona española y consistía en el 20% de las utilidades. Además de la cantera o ríolita rosada, este edificio se caracteriza por sus balcones de pecho de pichón, una arquitectura que no permite reconocer dónde se encuentran sus anclajes. Hoy en día es propiedad de la Universidad Autónoma de SLP y es utilizado como centro de convenciones para exposiciones temporales, presentaciones de libros, conciertos, entre otras actividades.


Esta edificación fue adquirida por el arzobispo Ignacio Montes de Oca y Obregón, quien renovó el espacio interior y, entre algunos cambios que realizó, podemos apreciar los escalones pequeños para acceder al segundo piso, pues se dice que era un personaje de baja estatura.



Jardín Guerrero


Es una plaza en honor a Vicente Guerrero, mexicano afrodescendiente que formó parte del Ejército Trigarante que entró triunfante en 1821 cuando finalizó la independencia de México. Este parque es conocido también como Jardín de San Francisco por encontrarse cerca al convento y al templo franciscano. Este último presenta un altar hecho en cantera negra y de estilo neoclásico en cuyo centro se observa un candelabro que representa las tres embarcaciones de Cristóbal Colón: la Pinta, la Niña y la Santa María.


Otra de las estructuras arquitectónicas que podemos admirar alrededor de esta plaza es el edificio de la Secretaría de Cultura a la que se le conoce como la Casa de la Galleta por sus paredes que parecen waffles o la textura de un cono de helado.



Plaza de Aránzazu


En este espacio se encontraban antiguamente las caballerizas del templo franciscano. Contiene un pasaje en el que se presentan exposiciones temporales y también podemos encontrar el Museo Regional de Potosí, el cual lamentablemente se encuentra cerrado, pero es importante destacar que alberga la única capilla de segundo piso que existe en el continente americano.



Templo de los Agustinos


Para aquellas parejas que desean casarse aquí, deben reservar con mucha anticipación. Este templo se caracteriza por tener una sola torre muy bien trabajada y se dice que, para su construcción, los agustinos lograron recaudar el dinero en un solo día visitando a las familias más opulentas de la ciudad. Al lado contiguo está la Oficina de Correos y Telégrafos de México que permite realizar giros postales de dinero a comunidades donde no hay entidades bancarias.



Teatro de la Paz


Como muchas edificaciones del centro histórico, este teatro fue construido entre 1882 y 1910, una época del porfiriato en la que hubo condiciones de estabilidad económica. Presenta una fachada de estilo neoclásico que nos recuerda las columnas del Partenón de Grecia y en la cúpula podemos apreciar al águila que vemos en la bandera mexicana, pero lo curioso es que el ave está mirando de frente y no de costado, lo que significa que fue construida antes de la revolución mexicana, entre 1910 y 1921.



Templo del Carmen


Está situado en la plaza que lleva su mismo nombre y su construcción fue posible gracias a un minero llamado Nicolás Fernando Torre, quien donó toda su fortuna al no tener descendencia para que los Carmelitas Descalzos se establecieran en este poblado. Su fachada es de un estilo barroco bien recargado y se divide en tres niveles: el antiguo testamento (parte baja), el nuevo testamento (parte media) y la identidad de los Carmelitas (parte alta); pero en la mitad de la puerta hacia abajo se representa el inframundo con detalles de la naturaleza y se puede observar una imagen de cuya boca pareciera salir un espíritu, lo que representa un códice azteca.



La Catedral


Esta imponente iglesia está dedicada a la Virgen de la Expectación y es por ello que en la parte superior se puede apreciar la imagen de la Virgen María en proceso de gestación. En el lado lateral de la fachada observamos a los antiguos apóstoles, pero suman un total de 24 y no 12, todos hechos de mármol de carrara, el más fino importado de Italia. Su interior fue renovado hace 10 años y fue una grata sorpresa encontrar ahí la imagen de Santa Rosa de Lima.



Esta fue sin duda una hermosa mañana recorriendo a pie el centro histórico de San Luis Potosí y el clima estuvo muy fresco. Apenas hubo un poco de lluvia que pasó desapercibida y un sol que iluminó nuestro camino. Comenzaba a sonar mi estómago, pero ya nos esperaban en el Palacio Municipal para almorzar y probar potajes potosinos.


Eric Barrantes García

Lima - Perú


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