Conoce, uno a uno, a los enemigos de la OMPT

En un mundo donde todo parece avanzar a la velocidad de la luz, congresos que se celebran, alianzas que se forjan y sueños que se convierten en realidad, la Organización Mundial de Periodismo Turístico (OMPT) no solo ha sido testigo del crecimiento del turismo y la comunicación, sino también de los obstáculos que intentan frenar el impulso de lo colectivo ¿Y sabes qué? No son los problemas económicos ni las barreras geográficas los que más daño hacen. Son los enemigos invisibles, los que se infiltran con sonrisa amable o disfraz de colaborador.

Conozcámoslos, uno por uno:

1. Los que quieren obtener más de lo que están dispuestos a dar

Esos que llegan con grandes expectativas pero sin voluntad de ofrecer algo a cambio. Se presentan como aliados, pero en realidad solo buscan beneficios personales: una distinción, un título, un viaje o una plataforma para su ego. No colaboran, no se comprometen, no construyen. Viven en la lógica del “qué gano yo” sin comprender que en una red global como la OMPT solo se avanza con generosidad, reciprocidad y visión a largo plazo.

Estos personajes son como agujeros negros: absorben energía sin devolver nada. Y lo más peligroso es que, si se los deja, terminan por contaminar la cultura organizacional.

2. Los que solo hacen perder el tiempo

Maestros de la indecisión, del “sí pero no”, del “lo estoy pensando” eterno. Prometen, preguntan, consultan y al final... no hacen nada. No participan, no aportan, no avanzan. Pero consumen recursos valiosos: tiempo, atención, oportunidades.

Este tipo de enemigo no se presenta con gritos ni confrontaciones, sino con la tibieza de la apatía. Son como relojes rotos en una carrera de relevos: estancan todo a su alrededor.

3. Los haters

No faltan quienes critican desde la comodidad de su sillón, sin haber participado, sin haber intentado, sin haber construido nada. Atacan por envidia, por frustración o por puro hábito destructivo. No cuestionan para mejorar, sino para desacreditar. No proponen, solo señalan errores.

Son fáciles de detectar: todo les parece mal, nada es suficiente, y su mayor talento es tirar piedras a los que están en movimiento. Y cuanto más crece una organización, más haters aparecen. Lo bueno es que también son prueba del impacto.

Ahora bien, si pensabas que esto solo le pasaba a la OMPT, te tenemos noticias: estos enemigos están en todos lados. Son los saboteadores silenciosos de cualquier sueño, proyecto o iniciativa. Los que frenan emprendimientos, desgastan equipos y agotan voluntades.

Por eso, más que denunciarlos, este artículo invita a reconocerlos. Porque una vez que sabes quiénes son, puedes elegir con claridad a quién le das tu energía y con quién decides caminar. En la OMPT, ya lo tenemos claro: avanzamos con quienes construyen, no con quienes drenan.

Y tú ¿Ya reconociste a tus propios enemigos silenciosos?