Cómo usar la inteligencia artificial para viajar más barato que nunca

Viajar en avión ya no depende únicamente de tener una membresía élite o la ayuda de un agente especializado. Cada vez más pasajeros están descubriendo que la clave está en conversar con la inteligencia artificial de manera estratégica. Con simples indicaciones, conocidas como prompts, es posible acceder a rutas más económicas, detectar aerolíneas ocultas en los buscadores tradicionales y anticiparse a las mejores ofertas.

Un ejemplo concreto es pedirle a la IA que encuentre la ruta más barata entre dos ciudades en un rango de fechas determinado, contemplando aeropuertos alternativos y escalas múltiples. Esto revela posibilidades que incluso plataformas como Google Flights suelen omitir. También resulta eficaz solicitar un listado de aerolíneas de bajo costo que operan una ruta y que no aparecen en la mayoría de los sitios de reservas, lo que abre hasta un treinta por ciento más de opciones.

Otra estrategia consiste en consultar qué ciudades convienen como escala para abaratar significativamente el precio de un trayecto. En ocasiones, una sola conexión puede significar un ahorro de varios cientos de dólares. Asimismo, la IA permite localizar tarifas error o promociones relámpago que los sitios de viajes notifican más tarde, brindando ventaja a quienes están atentos.

El ahorro de tiempo es otro beneficio clave: en lugar de abrir decenas de pestañas para comparar precios, el usuario puede pedir a la inteligencia artificial que confronte valores entre Google Flights, Skyscanner, Hopper y los sitios oficiales de las aerolíneas. A esto se suma la posibilidad de programar alertas personalizadas, por ejemplo, para recibir un aviso apenas una ruta descienda de un monto específico.

Finalmente, la IA también facilita una práctica conocida como split-ticketing, que consiste en combinar boletos de ida y vuelta con billetes de un solo tramo reservados por separado, una estrategia que muchas veces representa el truco definitivo para reducir costos.

En un escenario donde los precios de los vuelos parecen volátiles y las ofertas se esfuman rápido, los pasajeros comienzan a comprender que no se trata solo de buscar vuelos, sino de saber qué preguntar. Y en esa nueva lógica, la inteligencia artificial se convierte en la herramienta más valiosa para viajar más y gastar menos.