Rosario, un destino que late entre el río y la cultura
- Foro Periodismo Turístico
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Rosario se consolida año a año como uno de los destinos turísticos más atractivos de Argentina, combinando su impronta urbana con una profunda conexión natural y cultural. Situada a orillas del río Paraná, la ciudad no solo ofrece paisajes inolvidables, sino también una propuesta diversa que integra historia, arte, gastronomía y deportes.
La reciente celebración por los 300 años de la fundación de Rosario, con epicentro en el Monumento Nacional a la Bandera, reafirmó el orgullo rosarino y la capacidad de la ciudad para proyectarse al mundo como un destino moderno, inclusivo y con identidad propia.
“Rosario es una ciudad que siempre se reinventa. Apostamos a un turismo sostenible, con experiencias que conectan al visitante con el entorno y con la gente”, expresaron desde el Ente de Turismo local.
Entre los imperdibles se encuentran los paseos ribereños, el Parque de la Independencia, el barrio Pichincha, hoy transformado en polo gastronómico y cultural, y los museos que narran la historia viva de la región. Además, el legado de Lionel Messi, hijo pródigo de la ciudad, atrae a miles de visitantes que recorren sus lugares emblemáticos, desde el barrio donde nació hasta los murales que celebran su trayectoria.
Rosario también impulsa un turismo de experiencias, con ferias de diseño, festivales artísticos, recorridos en kayak por el delta y propuestas de agroturismo en su entorno metropolitano. En los últimos años, ha incorporado circuitos vinculados al arte urbano, al turismo literario y a la historia de los derechos humanos.
El crecimiento de la conectividad aérea y terrestre, junto con una variada oferta hotelera y gastronómica, refuerza su posición estratégica en el corredor del Litoral. Además, Rosario se destaca por su agenda de eventos durante todo el año, que incluye desde congresos internacionales hasta festivales musicales al aire libre.
“Rosario no es solo una ciudad para visitar; es un lugar para sentir”, aseguran muchos viajeros. Y es que, en cada esquina, el visitante encuentra una historia que combina la calidez de su gente con la fuerza de un destino que sigue construyendo su futuro con los pies en la ribera y la mirada en el horizonte.
