VYVA 2025: cuando el turismo sostenible se quedó en el discurso
- Foro Periodismo Turístico
- hace 20 horas
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Desde la sencillez y la profundidad —esa que caracteriza la cosmovisión de los pueblos indígenas de América Latina; se miró con cierto recelo la reciente Expo VYVA 2025, desarrollada en Santiago de Chile durante el primer fin de semana del mes de octubre.
Un evento que en lugar de acercarnos al anhelado turismo sostenible, sustentable, regenerativo y consciente con el planeta —como tantos discursos proclamados desde el micrófono— pareció alejarnos a pasos acelerados del "Chile Circular 2040", como programa que se pretende consolidar entre lo público y lo privado para ser una hoja de ruta para la economía circular, y que Chile por lo demás adoptó como estrategia de Estado para transformar gradualmente su sistema productivo de consumo y gestión de residuos hacia un modelo circular eficiente.
No obstante, en medio de la octava versión de VYVA2025 "Viajes y Vacaciones”, la más importante expo a nivel nacional para las y los chilenos. Con ofertas y productos, rueda de negocios y contenido audiovisual para público final y profesional. Con lo cual, es probable tal como lo aseguraron sus expositores, se lograse este año reunir a más de 1.500 profesionales y 15.000 visitantes amantes del turismo y los viajes; quienes durante tres días encontraron en estos reducidos cubículos ambientados con las experiencias turísticas actuales traídas desde las distintas regiones de Chile.
Sin embargo, los expositores aymaras y atacameños, habitantes del desierto y del altiplano chileno, se reconocieron entre sí como hermanos en un territorio ajeno. Porque más que vender productos, buscaban compartir un mensaje más profundo: La esencia viva de sus culturas y el legado de sus ancestros, es decir, la exquisita cosmovisión andina de sus territorios en post del turismo vivencial y de contemplación.
Pero su mensaje se vio opacado por la vorágine de VYVA: El bullicio de múltiples micrófonos encendidos al mismo tiempo, las músicas disonantes que competían por atención, el rugido de cuatrimotos y el resplandor de decenas de pantallas led -recordaban más a las promociones publicitarias de Las Vegas en los EEUU, que la realidad local- terminaron silenciando la posibilidad de la magia de ese encuentro humano y cultural, lo actual y lo ancestral.
A ello se sumó la abundancia de folletería de papel couché, merchandising de plásticos y el uso desmedido de electricidad —que incluso provocó un corte de energía en el lugar durante parte de la jornada del día sábado—, todas señales claras que la sostenibilidad aún no se instalan como práctica responsable, sino apenas como un discurso obligatorio en la institucionalidad y los gremios más poderosos del turismo.
Los residuos generados y la demanda energética de los tres días que duró la Feria VYVA merecen una reflexión profunda y colectiva: ¿Cómo destacarnos sin traicionar el propósito de cuidar la naturaleza y el entorno que nos sostiene?
Un ejemplo de que si es posible es el
contraste provocado por la empresa "Turiskunza Turismo Indígena en San Pedro de Atacama". En un pequeño stand de turismo indígena logró exitosamente brillar en silencio en uno de los espacios en expo VYVA. Sin pantallas ni micrófonos, sin folletería ni parafernalia; solo con la fuerza humilde de la greda, las fibras vegetales, los tejidos, los frutos del desierto y un maravilloso arrope de chañar como degustación para el público interesado.
Allí con creatividad y espíritu se reveló lo esencial. Es decir, que la sustentabilidad y la circularidad no son consignas ni tendencias pasajeras, son formas de vida. Son más bien acciones concretas que laten desde la raíz misma del corazón de nuestros pueblos originarios.
Por lo mismo, es tiempo de escuchar con el corazón y no solo ver con los ojos de la postmodernidad. La sustentabilidad que buscamos ya existe. Habita en quienes cuidan la Tierra mucho antes de que la palabra turismo se volviera una moda de la realidad líquida para redes sociales.
Escrito por:
Thalía Möder. Licenciada en Turismo y Cultura.
Cristian Carvajal. Director OMPT Chile.
